La comparativa de los veranos 2023 y 2024 nos traen diferencias sutiles pero significativas, sobre todo en las precipitaciones. A simple vista, podríamos pensar que los meses de julio y agosto de los dos años han estado muy parecidos, pero si miramos más de cerca, descubrimos algunas diferencias destacables que han definido estos meses de verano.
La gráfica anterior ilustra claramente las fluctuaciones de las temperaturas máximas y mínimas durante los meses de julio y agosto por ambos años. Las líneas continuas representan los datos de 2024, mientras que las líneas discontinuas muestran las de 2023. Cómo se puede observar, las temperaturas máximas de 2023 (línea roja discontinua) tienen picos más altos en varios momentos en comparación con el 2024, y que, además, las temperaturas mínimas de 2023 (línea azul discontinua) logran temperaturas más bajas que en el 2024.
La evolución de las temperaturas máximas de 2024 (línea roja continua) muestra una tendencia más suave, sin las subidas repentinas observadas el 2023, indicando unas condiciones menos extremas este año.
En conjunto, la gráfica subraya un verano de 2024 con unas temperaturas más constantes, sin grandes contrastes, tanto en máximas como en mínimas, mientras que el 2023 experimentó una mayor variabilidad en las temperaturas diarias, especialmente durante el mes de julio.
De media las temperaturas mínimas han sido más bajas en 2024
Para ser más precisos también se ha hecho una comparativa numérica de los datos:
Ambos años, durante el mes de julio, se ha compartido una temperatura máxima media idéntica de 25,3 °C. Esta casualidad se rompe cuando se comparan las temperaturas mínimas: el 2024 ha estado algo más fresco, con una mínima media de 12,4 °C frente a los 13,6 °C del año anterior y, por el contrario, la mínima absoluta de 2023 fue ligeramente más baja. Además, el día más caluroso de julio de 2023 se alcanzaron los 33,0 °C a 1600 metros, mientras que el julio de 2024 se ha quedado algo más corta con una máxima de 30,9 °C.
En cuanto a la precipitación, el julio de 2024 ha llovido un día menos, pero paradójicamente, la precipitación acumulada fue mucho más alta, duplicando la cifra del 2023. Hecho que indica que las precipitaciones de este año han estado más intensas.
Si nos adentramos en el mes de agosto, volvemos a encontrarnos por casualidad con unas temperaturas máximas medias idénticas: 24,8 °C en ambos años. Aun así, las noches de 2024 ha estado ligeramente más cálidas. En cuanto a los extremos, el agosto de 2023 registró una temperatura máxima más alta que el 2024, pero también fue el año con una mínima más baja, con una sorprendente caída hasta los 4,9 °C. El 2024, en cambio, se ha disfrutado de un agosto más suave.
El agosto de 2024, además, ha destacado para ser más lluvioso, acumulando más días de precipitación y con una cantidad de agua caída bastante superior.
Si observamos la globalidad de los dos meses se puede apreciar que, a pesar de que las temperaturas máximas se mantuvieron constantes, las mínimas han tendido a ser algo más bajas este 2024. También, ha sido un año más húmedo, con más días de lluvia y una precipitación acumulada más elevada.
El verano de 2024 ha sido más lluvioso en la Molina
Estas diferencias entre los dos veranos nos recuerdan que, a pesar de los patrones estables, el clima puede variar sutilmente de un año a otro, añadiendo matices únicos a cada temporada. A pesar de que ha habido una sensación bastante generalizada que este verano ha estado más fresco que el anterior, los datos nos han demostrado que, a grandes rasgos, han estado veranos muy similares. Destacando el hecho que es realmente curioso y extraordinario que ambos años tengan unas máximas idénticas ambos meses.
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