Evolución de las temperaturas mínimas tropicales y tórridas de julio en el período 2009-2023 en Barcelona

En las últimas semanas nos han dominado masas de aire provenientes del norte de África que han abrazado gran parte del sur de Europa con registros de temperatura muy elevados. Cataluña ha batido su propio récord de calor (45,4°C en Figueres), pero otras ciudades europeas, como Roma (42,9°C), también han alcanzado valores nunca antes registrados. Por lo que respecta a la ciudad de Barcelona, ha quedado muy lejos de registros históricos, tanto de temperatura máxima como mínima; eso sí, el ambiente cálido y especialmente el bochorno no han faltado a la cita.

El pasado verano fue muy cálido y en estas fechas ya habíamos tenido un mayo y un junio bastante más cálidos de lo habitual. Por el contrario, en 2023 los meses primaverales han estado marcados por pocas entradas de aire cálido y con tormentas desde mediados de mayo. Esto ha provocado que, respecto a 2022, la sensación de verano asfixiante no haya sido, hasta ahora, tan acentuada. La relativa suavidad que habíamos tenido hasta junio acabó con la llegada de julio. Las masas de aire cálido del norte de África empezaron a ganar terreno provocando varios episodios de calor intenso pero de corta duración, lo que no ha impedido que se hayan batido récords, como ya se ha mencionado. Son remarcables los 29,4°C a 850 hPa (1.500 msnm) del 11 de julio en el radiosondeo de Barcelona, con el que se superó el récord anterior de 27,6°C, registrado el 14 de agosto de 2021 y el 23 de julio de 2009.

¿Pero cómo se ha reflejado esto en las temperaturas mínimas en la ciudad condal?

Para ver una evolución se han analizado los registros de los meses de julio entre los años 2009 y 2023. Estos 15 años sirven para observar cómo el número de noches tropicales (>20°C) y de noches tórridas (>25°C) ) ha ido en aumento. Para el estudio se han tomado datos de las cuatro estaciones de medida que tiene el Servicio Meteorológico de Cataluña en Barcelona ciudad: el Observatorio Fabra, el Raval, la Zona Universitaria y el Zoo.

En la gráfica anterior se puede observar cómo la tendencia es a tener un mayor número de mínimas por encima del umbral de los 20°C. Aún así, nos encontramos en el Mediterráneo y la irregularidad también es un factor a tener en cuenta. El 2011, por ejemplo, fue un julio poco caluroso en la ciudad y, en cambio, el 2010 había sido de los más cálidos de la serie; son 2 años consecutivos pero con valores totalmente opuestos. Cabe decir que el constante aumento de la temperatura del agua del mar también favorece que los registros cada vez bajen menos a menudo de los 20°C por el efecto termorregulador que éste tiene.

En cuanto a las noches tórridas, en la gráfica superior se observa cómo los años 2015, 2022 y 2023 son los más cálidos por este orden. Las noches de más de 25 °C son especialmente remarcables en la zona del Raval, en pleno centro de Barcelona, donde se nota claramente que el núcleo de la ciudad está afectado por el efecto isla de calor urbano. El resto de años se han contabilizado bastante menos noches tórridas y el Raval es la única de las estaciones con registros por encima de los 25°C cada año, a excepción de los años, 2011, 2012, 2014 y 2017. La línea de tendencia es claramente ascendente, porque pasa de una media de 3 noches tórridas en los primeros años a prácticamente 9 noches tórridas de media en la actualidad.

A pesar de esta evidente tendencia al alza en un corto período de tiempo, no se puede asegurar que esta tónica se mantenga invariable, ya que el Mediterráneo es un mar muy irregular y puede que en próximos años no se registren valores tan elevados en horas nocturnas.