TAN IMPORTANTE COMO UNA BUENA PREDICCIÓN
En general, el peso de la meteorología recae en hacer una buena predicción meteorológica. Poder “adivinar” donde puede llover y con qué intensidad, si existe una situación de riesgo por algunos de nuestros clientes y así, poderlos avisar con suficiente antelación. Aún así, hacer un estudio “a posteriori” de un episodio meteorológico complejo, como fuertes tormentas, puede resultar igual de determinante. De este modo, “el hombre del tiempo” puede entender el porqué de determinados fenómenos así como su evolución en zonas concretes. Este hecho ayudará a poder concretar más en situaciones futuras de características similares.
DE LA INESTABILIDAD ACUSADA…
El pasado viernes 11 de junio se acercó desde Aragón un pequeño embolsamiento de aire frío aislado a capas altas atmosféricas (DANA). Lo dibujamos sobre el siguiente mapa de temperatura a unos 5500 metros de altitud. También encontramos uno secundario en el oeste de Portugal.
Este hecho, junto con otras condiciones favorables a la inestabilidad -como una mañana soleada y calor intenso- fueron los desencadenantes de la formación de toda una serie de tormentas viajando lentamente desde el Pirineo y Prepirineo catalán hasta la Catalunya central. En la siguiente imagen se muestra la nubosidad junto con la precipitación registrada en torno a las 17.55 horas.
…A LA COMPLETA ESTABILIDAD
Minutos después, las tormentas en Cataluña se disolvieron como el azúcar en el café. En cambio, hacia el interior peninsular y Aragón continuaban descargando con intensidad, como se muestra a la siguiente composición de imágenes del Satélite Meteosat y el Radar Meteorológico a las 19.40 horas.
BUSCANDO EXPLICACIONES
En un periodo corto de tiempo, las condiciones para la inestabilidad desaparecieron. Enumeraremos a continuación algunas de las causas más evidentes. La retirada del Sol (1) fue el primer factor determinante. A menor insolación, menor energía para el desarrollo de las tormentas. Con todo, también se cortó el flujo de viento más húmedo de mar a tierra en superficie procedente del sur y sudeste (2). Además, en las capas altas atmosféricas el viento acabó siendo muy débil (3), frenando la progresión de las tormentas hacia el sur. Estos factores, junto con la retirada del embolsamiento de aire frío hacia el interior peninsular (4) acabaron para acelerar el proceso de derrota de las tormentas.